El país se desangra. El goteo constante de población obligada
a emigrar está haciendo que por primera vez el número de habitantes de España e
este menguando.
La juventud es la que más está teniendo que irse fuera para
encontrar un futuro que aquí no tienen , una juventud que en su mayoría esa
formada , cualificada y que terminaran malgastando su talento y capacidades en
puesto menores en el extranjero.
Esto no es solo un drama para ellos por la frustración que
supone no poder desarrollar las actividades para las que has estado preparándote
durante toda tu formación. También lo es para el estado que ha gastado e
invertido muchos recursos en la educación superior de esta generación que ahora
está perdiendo. El gobierno que tanto habla de austeridad y ahorro no debe olvidar
que si no proporcionamos a la juventud puestos de trabajo (si es posible
adecuados a su formación) y aprovechamos
el talento de esta generación, todo ese dinero invertido seria como quemarlo o
tirarlo a la basura.
Pero hay un problema aún mayor que la propia inmigración. Es
la reacción de las clases dirigentes a ella.
Con unas declaraciones vergonzosas (recordemos el “los jóvenes se van
por su espíritu aventurero” o “no es emigración es movilidad exterior”) y con
una actitud positiva respecto a este éxodo.
Si el gobierno y los partidos políticos buscaran realmente el interés general deberían
considerar a esta pérdida del mejor capital humano que tenemos como el asunto más
grave que tenemos sobre la mesa y priorizar su subsanación sobre cualquier
otro asunto (primera de riesgo incluida).
Pero los partidos políticos ya sabemos que no buscan el interés
general, lo que buscan es conseguir (o mantener) el poder y para este objetivo
la emigración les beneficia. La juventud
que se está marchando es la más preparada y por lo tanto la capacitada
para proponer ideas, alternativas a la situación
política actual y suele ser también la más combativa y la que protesta, se
moviliza e intenta cambiar las cosas. Además al disminuir la población el paro
también disminuye aunque sea porque los jóvenes en paro se cansan de buscar
trabajo en nuestro país y se marchan, pero
de cara a sus grandes maquinarias de publicidad la disminución del paro es lo
que cuenta no su motivo. Estas razones explican la actitud de indiferencia
de las clases dirigentes ante la emigración española.
Otros de los grandes culpables de este éxodo juvenil es la
casta empresarial española, que no quiere, no necesita gente cualificada ni
formada (este punto lo analizaré en un siguiente articulo).
Esperemos que toda esta juventud obligada al exilio por las
acciones (o inacciones) de los políticos y la casta empresarial pueda encontrar
fuera un puesto adecuado a sus capacidades y donde sean valorados como merecen
y no como este país hace. Los que nos quedamos debemos luchar para que la
situación cambie y la partitocracía sea sustituida por una verdadera democracia
y se den las condiciones para que toda esa gente obligada a marcharse puede
regresar.
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